¿Alguna vez has oído hablar del Masking o Camuflaje?
¿Qué puede esto tener que ver con las Altas Capacidades?
Pues más de lo que imaginas…
Con Masking nos referimos a los mecanismos de afrontamiento que utilizamos para ocultar nuestro «verdadero yo» y ser aceptados por la mayoría de la sociedad «aparentemente normal».
Masking o camuflaje es un término acuñado principalmente por la comunidad autista, pero que otros colectivos han acogido, como Altas Capacidades o Doble Excepcionalidad.
Aunque muchas personas podamos haber actuado como se esperaba de nosotros en alguna situación concreta, cuando hablamos de Masking en Psicología nos referimos a algo mucho más complejo.
Especialmente entre la población neurodivergente, tiene mayor incidencia, ya que se ponen esa máscara (más o menos inconscientemente) para parecer más “neurotípicos”.
Señales del Masking
- Ocultas tus talentos: ya en la escuela puedes haberte equivocado expresamente para que no te llamen «empollona» o dejas de contestar a preguntas que sabes de sobra. De adulto, más de lo mismo.
- Bajas tu perfil de conversación: te adaptas a conversar sobre temas que no te resultan interesantes porque son los «normales».
- Modificas tu lenguaje: especialmente cuando llegan a la adolescencia, dejas de usar algunas palabras por no parecer «pedante» o sufrir burlas.
- Te sientes agotada después de mucho contacto social. Se te acaba la «batería social».
- Ocultas tus intereses: aquellos que no son los «aparentemente normalizados» por la sociedad.
- Ocultas que tienes AACC: te invalidas ocultando tu condición.
- Le quitas importancia a las AACC: cuando recibes algún halago o mención a ello, lo minimizas diciendo que no es para tanto, que es cuestión de suerte…
¿Pero es perjudicial o nos ayuda?
Al principio, como cualquier mecanismo de defensa, cumple su función adaptativa. Nos puede servir para tener mayor éxito profesional, evitar acoso escolar o laboral, ser aceptados por nuestros «iguales»…
Pero como cualquier mecanismo de defensa, nos fue útil en un momento y contexto concretos. Pero a la larga y si lo mantenemos en el tiempo, puede ser muy perjudicial para nuestra salud mental.
Consecuencias del Masking a largo plazo
- Agotamiento mental. Quizá sea la consecuencia más obvia e inmediata. A cualquiera le acabará resultando agotador actuar con una máscara, no mostrar su yo auténtico. En el fondo es estar forzándote a ser algo o alguien que no eres, y eso es mentalmente agotador.
- Problemas estado ánimo. Tristeza, ansiedad, depresión… son las consecuencias que puede conllevar invalidarte a ti misma tanto tiempo.
- Retraso en el diagnóstico. Ocultar tus capacidades provoca que el entorno tarde en detectar las AACC y, por tanto, el diagnóstico se retrase (*especialmente en niñas, pero esto merece un post aparte).
- Pérdida de identidad y/o disociación. A un nivel menos grave tendremos problemas con nuestra identidad (¿quién soy realmente?). Pero a largo plazo, puede ocurrir un trastorno disociativo: sentimientos de desconexión y despersonalización que nos aleja de lo que realmente sentimos y nos lleva a adoptar lo de «a fuera» como nuestro. * Si os interesa este tema os recomendamos encarecidamente leer a la psiquiatra Anabel González.
- Nos invisibiliza. Al final, cualquier estrategia que utilicemos para no mostrarnos como somos, nos invisibiliza ante la sociedad. Sin visibilización, no puede haber empatía y tolerancia por parte de la sociedad.
- Invalida nuestro verdadero yo. Con las desastrosas consecuencias que tiene esto para nuestra autoestima y autoconcepto.
Y después de esto, ¿cómo dejamos de hacer Masking? En breve, una nueva entrada en el blog para abordar esta segunda parte.
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