FAQs

Podemos clasificar las AACC en 4 tipos:

• Precocidad intelectual: Niño/as en edades tempranas que presentan un desarrollo cognitivo superior a la media de su edad.
• Talento simple: Elevada aptitud en un área específica como Matemática, Creatividad, Lenguaje…
• Talento Complejo: Combinación de diferentes talentos simples.
• Superdotación: Potencial cognitivo muy superior en todas las áreas y una manera diferente de aprender y procesar la información.

Hoy en día sabemos que los niños y niñas con AACC tienen una manera de sentir distinta. Algunos de los rasgos que tienen más en común son:

– Elevada sensibilidad e intensidad emocional.

– Fuerte sentimiento de justicia y defensa de la verdad.

– Gran perseverancia en las cosas que realmente les motivan.

Sentirse diferentes, muchas veces los lleva a sentirse incomprendidos, especialmente por los niños/as de su misma edad. Conocer por qué son diferentes, será el primer paso para que comprendan que les ocurre y sentirse más aliviados.

Para saber nuestro cociente intelectual (IQ) debemos realizar alguna prueba de inteligencia que esté validada y baremada en una muestra de población significativa. Así obtendremos un resultado fiable y válido. Mediante este test, ya tendremos esta cifra y nos aproximará a descubrir si podemos tener o no AACC.

Los profesionales que están capacitados para administrar este tipo de test son los psicólogos, neuropsicólogos o psiquiatras. Algunos de los que más se utilizan en nuestro país son el WISC, Badyg, EFAI.., entre otros.

El cociente intelectual (IQ) es una cifra numérica que indica nuestra capacidad cognitiva. Es el resultado de una medición que tiene en cuenta la edad mental y la edad cronológica.

Por lo tanto, es sólo un indicador numérico que nos va a dar mucha información sobre nuestro nivel de inteligencia. Pero no es el único indicador a tener en cuenta para conocer nuestra verdadera capacidad intelectual.

Es muy común pensar que una persona es superdotada cuando tiene un IQ superior a 130. Pero actualmente, sabemos que esto es obsoleto e incompleto.

Podemos hablar de superdotación en aquellas personas que destacan de manera innata por una elevada capacidad intelectual en todas las áreas, junto con una elevada creatividad. También poseen rasgos de personalidad comunes: curiosidad insaciable, intensidad emocional, amplio dominio de conocimiento general.

Por tanto, una persona superdotada presenta:

• Un gran potencial para desarrollar.
• Una manera de sentir diferente.
• Una forma de aprender diferente.

El hecho de que muchos niños y niñas que tienen altas capacidades estén sin diagnosticar, hace que podamos cometer el famoso Efecto Pigmalion. Sucede cuando las expectativas y la forma de tratar a este niño/a afecta a su rendimiento.

Un ejemplo es cuando el niño deja de levantar la mano porque no le preguntan nunca a él o le dicen que sus respuestas son extravagantes.

Si sus AACC no son reconocidas, los padres, maestros e incluso compañeros podemos influir sin saberlo en su motivación, rendimiento o su autoestima.

Preferimos mostrarnos cómo los demás esperan de nosotros, que pagar el precio de la incomprensión o soledad.

Para saber si mi hijo/a tienen AACC el primer paso es realizar un Diagnóstico. Si no estamos seguros, podemos realizar un primer cuestionario como este (link) para saber si existen posibilidades de que tenga AACC.

A partir de ahí, realizando un Diagnóstico Clínico Integral tendremos ya esta información.

Con un diagnóstico oficial:

– Nuestro hijo/a se va a sentir aliviado al entender qué le pasa.

– Podremos acudir a la escuela para solicitar la adaptación curricular que necesita.

– Podremos acompañarlo y guiarlo en este nuevo reto que se le presenta.

Las adaptaciones curriculares son todos aquellos ajustes y/o modificaciones que se llevan a cabo en el currículum educativo del alumnado teniendo en cuenta sus necesidades. El objetivo de estas adaptaciones es potenciar su desarrollo y aprendizaje ofreciendo las oportunidades educativas que necesita.

Existen dos tipos de adaptaciones curriculares:

• Adaptaciones curriculares No significativas: basadas en tiempos, actividades, metodologías, técnicas de evaluación…
• Adaptaciones curriculares Significativas: aquellas en las que se tenga que sustituir o añadir algún elemento que no esté presente en el currículum oficial de cada comunidad autónoma.