Ansiedad y altas capacidades. A mayor inteligencia, ¿mayor ansiedad?

¿La ignorancia da la felicidad?
¿Demasiado inteligente para ser feliz?
“Si no fuera tan inteligente, seguro me preocuparía menos”

Si bien en algunos estudios o libros específicos sobre ACI se apunta a una relación entre Altas Capacidades y ansiedad, muchos también nos confirman que las personas con altas capacidades no presentan más ansiedad que el resto.

Más allá de los estudios, nuestra aportación con este artículo es compartir desde nuestra visión clínica trabajando con personas con AACC desde hace muchos años.

 

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es la respuesta del cuerpo ante un peligro o amenaza. Es una reacción normal que experimentamos todas las personas en algún momento de nuestra vida.

Así pues, la ansiedad es adaptativa, puesto que es una reacción que prepara a nuestro para “salvar la vida”. Por eso liberamos adrenalina, cortisol… para preparar nuestro cuerpo para huir, luchar o paralizarse.

Síntomas

Los síntomas que acompañan la ansiedad varían según la persona, pero en general, los más frecuentes son: inquietud o impaciencia, fatiga o cansancio, irritabilidad, dificultad para concentrarse o dejar la mente en blanco, tensión muscular que puede incluso generar contracturas, insomnio, etc.

En general, podemos dividir estos síntomas en tres grupos:

  • Fisiológicos: dolor de estómago o de cabeza, temblores, tics, sudoración, mareo, náuseas, tensión muscular, presión pecho, cansancio…
  • Cognitivos: miedo al futuro, incertidumbre, pensamientos catastrofistas u obsesivos…
  • Conductuales: irascibilidad, dificultades de concentración, aislamiento, llantos, conductas de evitación…

Estos síntomas son los que acompañan generalmente un proceso de ansiedad, pero hay ocasiones en que esto acaba dando como resultado el que conocemos como “crisis de angustia”. Las crisis de angustia suelen ser consecuencia de estados de ansiedad mantenidos durante cierto tiempo. La característica principal de las crisis es que suelen empezar bruscamente y su intensidad es más fuerte.

Los síntomas más intensos suelen aparecer en los primeros diez minutos y pueden ser, entre otros: palpitaciones, sudoración, sensación de ahogamiento o falta de aire, dolor en el pecho, mareo o sensación de perder el conocimiento… Cómo es evidente, cuando una persona sufre una crisis de angustia enseguida consulta al servicio de urgencias porque el malestar es muy intenso. Cuando es la primera vez que aparece, la persona se asusta muchísimo pensando que se trata de un ataque de corazón o una enfermedad grave.

Desafíos

Por supuesto partimos de la base que igual que no existen dos personas iguales, tampoco existen dos personas con altas capacidades iguales.
Aún así, y sin ánimo de generalizar, hay diversos desafíos específicos a los que suelen enfrentarse las personas con AACC que pueden contribuir a experimentar ansiedad en determinadas situaciones.

  • Perfeccionismo extremo. «El perfeccionista no tiene tanto en su mente lo que ha hecho, sino más bien, lo que debería haber hecho y todavía no ha realizado» (Horney)

Uno de los rasgos más estudiados en personas con AACC es el perfeccionismo. Sastre-Riba nos habla de ello en diversos estudios. El problema del perfeccionismo es que el foco está puesto en lo que falta y no en lo que tenemos. Es un imposible, y como tal, no podemos alcanzarlo. Pretenderlo puede generar mucha incertidumbre y ansiedad.

  • Presión externa y autoexigencia. Las personas con ACI a menudo sienten una presión extra por poseer una alta inteligencia. Esto, puede aumentar el riesgo de experimentar ansiedad. Esta presión por rendir académicamente “según sus posibilidades” o por destacar en lo profesional se convierte en un arma de doble filo. A veces, no es el entorno de forma directa quien crea esta presión, sino la creencia de la propia persona de que se espera mucho de ella.
  • “Hiperempatía”. Su elevada inteligencia les permite entender mejor la conducta del otro, captar las sutilezas y prever sus comportamientos: empatía cognitiva.

Esto, a veces, puede resultar abrumador. Ya que “hacerse cargo sin quererlo” de los problemas de los demás, puede desregularlos emocionalmente.

  • Intensidad emocional y sensorial. Nos referimos a la Sobreexcitabilidad emocional y a  sensorial descritas por Dabroswsky y Piechowski.

La Sobreexcitabilidad emocional está relacionada con una mayor intensidad emocional y capacidad de emocionarse muy profundamente.

La Sobreexcitabilidad sensorial se refiere a la intensidad a la hora de percibir los estímulos.

Por tanto, es de esperar que la emoción de la ansiedad pueda sentirse en mayor profundidad. Y que los estímulos sensoriales puedan acabar saturando y provocando ansiedad.

  • Diferencias sociales. Las personas con AACC, por el hecho de ser diferentes, han podido vivir experiencias de sentirse incomprendidos, aislados e incluso rechazados.

Esto puede llevar a que en determinadas situaciones sociales experimenten más ansiedad.

Por otro lado, diversos estudios hablan de la correlación entre alta inteligencia e introversión.

Una persona introvertida puede experimentar mayor incomodidad y, quizá ansiedad, en situaciones más multitudinarias.

  • Exceso de energía mental. Las personas ACI piensan demasiado y es algo, muchas veces, difícil de evitar.

Gastan, por tanto, un exceso de energía mental y emocional en demasiadas cuestiones.

Algunas de éstas, muchas veces no dependen de su control directo y ahí es donde puede aparecer la ansiedad.

La rumia puede ser un intento inconsciente de encontrar soluciones, pero se acaba convirtiendo en nuestra propia trampa de la ansiedad.

  • Gran necesidad de justicia. Las personas con AACC pueden poseer un elevado idealismo y sentido de la justicia social.

Les preocupade manera muy intensa lo que está bien y lo que está mal, buscando un concepto de justicia social y ética.

 

Y en los niños, ¿ocurre lo mismo?

Al final un adulto con ACI fue un niño con ACI, en eso no hay ninguna duda. Muchas cosas que nos ocurren y preocupan en la vida adulta, también podían hacerlo de una u otra forma en nuestra infancia.

¿Son más propensos los niños y las niñas con Altas Capacidades a la ansiedad? De nuevo la controversia de los estudios, no deja clara esta relación. Pero de nuevo nos gustaría compartir todos aquellos desafíos que estos peques nos cuentan en consulta.

Los más habituales suelen ser:

  • Perfeccionismo: ponen el foco en lo que no llega a sus expectativas.
  • A mayor perfeccionismo, mayor miedo al fracaso.
  • Falta de identificación y atención en la escuela.
  • Demasiadas opciones: son tantas las opciones en su cabeza, que les resulta muy difícil elegir una y descartar otras.
  • Hipersensibilidad: a ruidos, a ambientes multitudinarios, a exceso de estímulos…
  • Hiperactividad mental: el cerebro no para de procesar estímulos.
  • Sobreexcitabilidad emocional: las emociones (entre ellas el miedo) lo sienten más intensamente.
  • Hiperempatía: “contagiarse” de la preocupación por los otros.

Los principales trastornos relacionados con la ansiedad que pueden aparecer en la infancia son:

  • Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): perfeccionistas e hiperresponsables, se preocupan en exceso por multitud de situaciones como su rendimiento, la puntualidad, catástrofes…
  • Trastorno de Ansiedad por separación infantil (TASI): miedo excesivo a la separación o alejamiento de sus figuras de apego.
  • Fobias: miedo extremo y paralizante a situaciones o cosas que la mayoría de personas encontrarían tolerables.
 Cómo ayudar a los peques con ansiedad
  • Valida su emoción y buscad juntos alternativas.
  • Evita conductas de sobreprotección.
  • Gestionar la propia ansiedad como padres hace que ellos aprendan a hacerlo.
  • Ayúdale a afrontar los problemas y no a evitarlos.
  • Reestructuración cognitiva: «Por qué crees que tiene que pasar esto? Qué probabilidad hay? Qué es el peor que podría pasar? Y si pasara, lo podríamos afrontar?”
  • Practicad un rato de tiempo especial para él/ella para que tenga un espacio propio para expresar sus preocupaciones.
  • Mucho aire libre, horas de sol, naturaleza…
  • Meditación, yoga o mindfulness.
  • Cuando los síntomas son demasiado frecuentes, intensos o no encontráis soluciones, es momento de pedir ayuda profesional. No lo dudes.
Conclusión

Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de salud más comunes en nuestra sociedad. Las personas que los sufren pueden llegar a sentirse incomprendidas o muy solas.

Pero no olvidemos que la ansiedad tiene una función y si aparece en nuestra vida es para avisarnos de algo. Nos da una lección: el cuerpo saca fuera, lo que no puede tener dentro. ▫️ La ansiedad, si nos enfrentamos a ella, si la miramos de frente, si somos valientes, nos está mostrando que hay algo en nuestra vida que replantearnos o cambiar.

No es necesario llegar a los extremos de sufrir un trastorno para consultar con un psicólogo. La ansiedad es una de las peores sensaciones con las que convive una persona y pedir ayuda no es de débiles, es una señal de sensatez, valentía y autocuidado.

Si tú o alguna persona cercana está experimentando ansiedad relacionada con las altas capacidades, es importante buscar apoyo y ayuda adecuada. Los profesionales de la salud mental estamos preparados para ofrecer estrategias que te ayudarán a gestionar la ansiedad.

Y que tu psicólogo o psicóloga sepa que tienes ACI y que sepa en profundidad cómo funciona tu mente en esta neurodivergencia, será crucial para que la ayuda sea la más óptima.

2 Comentarios

  1. Martín Páez

    Hola Buenas mi nombre es Martín soy estudiante de pedagogia en educacion diferencial de la Universisad de Concepcion en Chile y tambien trabajo en la escuela de talentos de mi universidad TalentosUdec , este año me encuentro realizando mi tesis de ultimo año sobre algunas temas presentes en sus blogs como lo son la ansiedad , autoestima y empatia en estudiantes de altas capacidades es por eso que pído su ayuda , si es que pudieran compartir conmigo bibliografia , libros , estudios o alguna otras recomendaciones acerca de estos temas que puedan enriquecer mi investigacion que posteriormente puedo compartir con ustedes , de ante mano muchas gracias.

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  2. Miguel Ángel

    Hola, tengo altas capacidades y estoy lleno de ansiedad, por las noches es horroroso, durante el día estoy bien. Descubrí las AACC con 52 años, ahora tengo 54. No sé qué hacer, tengo una vida buena y mucho que agradecer, pero no consigo aprovechar mi potencial y la ansiedad me devora.

    Responder

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