Desempolvando artículos antiguos de hace ya muchos, bastantes años, nos encontramos con el modelo teórico que desarrollaron los autores Maureen Neihart y George Betts sobre perfiles de los niños superdotados y talentosos.
Se trata de un modelo ampliamente conocido y que trata de categorizar los perfiles de alumnos en base a aspectos como: sentimientos, necesidades y comportamientos.
A pesar del tiempo que ha pasado, resulta de tremenda actualidad muchos de los conceptos que plantea y lo poco que han cambiado muchas realidades escolares.
Por todo ello, es un modelo que nos puede aún servir de ayuda y de guía sobre cómo reconocer los distintos tipos de alumnos de altas capacidades que los docentes pueden encontrar en el aula y, de esta forma, favorecer su detección temprana y su ayuda específica.
A continuación, os presentamos los seis tipos de perfiles.
TIPO I. Éxito
Se trataría de ese perfil más fácil de identificar en el aula, ya que su potencial y rendimiento van alineados. En este sentido, tampoco observamos ningún tipo de disincronía.
En los tests clásicos de inteligencia obtienen muy buenas puntuaciones y un perfil homogéneo. Sus notas son altas y rinden muy bien en el aula, por tanto, responden a las expectativas del prototípico alumno superdotado.
A nivel de comportamiento, no suelen mostrar dificultades ni en el aula ni en casa y suelen estar integrados en el grupo de iguales.
Se suelen mostrar orientados a obtener buenos resultados y dependen bastante de la aprobación externa de padres y docentes, por lo que suelen aceptar bastante bien la autoridad.
Principales riesgos:
- Creer que no necesitan ayuda
- Perfil ansioso
- Excesiva dependencia de la aprobación
- Miedo a asumir retos
- Elevada autocrítica y miedo al fracaso
TIPO II. Creativo-divergente
Este perfil va a ser mucho más difícil de identificar en el aula, a no ser que los docentes estén formados en ello.
Son alumnos/as altamente creativos, enérgicos y sensibles.
Suelen cuestionar y desafiar la autoridad, lo que les puede llevar a saltarse normas y mostrar un perfil más conflictivo. No se adaptan fácilmente al sistema educativo tradicional, por lo que se aburren y suelen mostrarse desafiantes con él.
Su alto nivel de creatividad a menudo también lo observamos en un sentido del humor peculiar y sarcástico.
No suelen sentirse tan integrados en el grupo de iguales, a veces por sus conductas más disruptivas y otras por ese sentido del humor tan sarcástico.
Riesgos:
- Mostrar un rendimiento menor en materias menos creativas.
- Menos visibles en cuanto a su alta capacidad
- Conductas disruptivas que no son acompañadas debidamente
- Tienen un autoconcepto y autoestima más fluctuante
TIPO III. Las invisibles
Aunque podemos encontrar chicos en este tipo de perfil, es mayoritariamente femenino. Los autores lo nombraron como “invisibles” precisamente por los condicionantes culturales, sociales y roles sexuales que provocan que las chicas muestren menos su inteligencia en el entorno académico y social.
En los primeros cursos de infantil y primaria es donde más visibles se muestran las niñas de altas capacidades, pero a medida que crecen surge el conflicto entre destacar consiguiendo logros y pertenecer al grupo de iguales. por este motivo, suele aparecer el masking o camuflaje del que tanto hemos hablado.
Principales Riesgos
- Perfeccionismo extremo.
- Síndrome de la impostora.
- Inseguridad y ansiedad elevadas.
- Baja autoestima y autoconcepto pobre de sí mismas.
TIPO IV. En riesgo por bajo rendimiento
En este perfil se sitúan aquellos alumnos/as que muestran un bajo rendimiento escolar sin presentar dificultades de aprendizaje que lo puedan explicar. Por este motivo, su identificación en el aula va a ser casi imposible a veces, sin la presión de padres y evaluaciones externas.
Como bien sabemos, potencial y rendimiento no siempre van de la mano y es un mito muy extendido creer que todos los alumnos/as de altas capacidades sacan excelentes notas. De hecho, está más que investigado y demostrado el alto porcentaje de fracaso escolar.
Betts y Neihart (2004) comentaron en su estudio los principales rasgos que dificultan su detección: aburrimiento, baja autoestima, inestabilidad emocional, hostilidad, baja motivación escolar, relaciones con iguales desajustadas, baja atención y dispersión en el aula y locus de control externo (atribución de la culpa de sus fracasos escolares a otros o a la mala suerte).
Principales riesgos
- Sentirse deprimidos por no lograr expresar su potencial.
- Incomprensión de los padres y docentes al no entender su bajo rendimiento.
- Bajo rendimiento que derive en fracaso escolar y abandono de los estudios.
- Actitud a la defensiva que dificulta que reciban ayuda.
TIPO V. Doble Excepcionalidad
Ya hace tanto tiempo estos autores categorizaban este perfil, incluyendo a aquellos alumnos/as que además de presentar una alta capacidad, mostraban un déficit de aprendizaje o desafío neurodivergente. Si bien es cierto que entonces los autores ponían mayor énfasis en las DEA (Dificultades específicas de aprendizaje).
A menudo, los niños que presentan alguna DEA o TEA suelen mostrar desajustes respecto a lo normotípico respecto a: el aprendizaje, las conductas y la relaciones con iguales. Esto, va a dificultar mucho que los docentes pongan el énfasis en su alta capacidad y la atiendan adecuadamente.
Aunque en todos los casos es importantísima la detección temprana, especialmente en este grupo es de vital importancia detectarlos y atenderlos antes de los 8-9 años, para conseguir mejoras significativas en su déficit y potenciar sus altas capacidades.
Principales riesgos:
- Que su déficit invisibilice su alta capacidad.
- Que su alta capacidad tape el déficit y tampoco reciba ayuda en éste.
- Mayor dificultad en su identificación.
- Considerar sus pruebas de inteligencia “no interpretables”.
- Estrés.
- Problemas de integración con iguales, aislamiento.
TIPO VI. Autonomía en el aprendizaje
En este último perfil los autores incluyen a aquellos alumnos que se muestran independientes, autodirigidos y seguros, asumiendo riesgos académicos apropiados.
Se asemejan al perfil I en que aprenden eficazmente en el sistema educativo tradicional, pero a diferencia de los primeros, este nuevo perfil “utiliza” el sistema educativo en su beneficio propio. Muestran un nivel alto de asertividad y expresan de manera firme sus metas y necesidades, que no siempre van dirigidas a lo puramente académico.
Por estas características, también suelen mostrarse como líderes entre sus compañeros y son bien valorados por sus profesores. Son optimistas por naturaleza y no ven el error como un fracaso, por lo que están dispuestos a fallar para aprender de ello y seguir creciendo a todos los niveles.
Principales riesgos:
- Confundir su liderazgo y buena autoestima con soberbia.
- No ofrecerles apoyo por creer que no lo necesitan.
- Infravalorar sus metas cuando no están relacionadas con lo académico.
- No proporcionarles espacios necesarios como mentorías fuera de lo común.
Referencias
Betts, G. T., & Neihart, M. (1988). Profiles of the Gifted and Talented. Gifted Child Quarterly, 32(2), 248-253.
Betts, G. T., & Neihart, M. (2010). Revised Profiles of the Gifted & Talented
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